Desde hace más de seis años trabajamos en la práctica del pro bono en el ámbito universitario. Aunque todo comenzó antes, fue en 2016, durante la primera European Pro Bono Summit en París, cuando descubrimos el trabajo de Pro Bono Lab con diferentes instituciones de educación superior. Conocer este nuevo acercamiento nos cambió totalmente la perspectiva de esta práctica de compromiso social y todo el potencial que puede llegar a tener.
Desde ese momento impulsamos un consorcio con diferentes miembros de la Global Pro Bono Network (Hungría, Bulgaria y Francia) quienes nos dedicamos a buscar otros partners del ámbito universitario y poder conformar un proyecto europeo. Trabajo que terminó dando sus frutos en 2018, con lo que fue nuestro primer proyecto europeo Erasmus + “BEESE Pro Bono Project”.
Durante los tres años del proyecto realizamos diferentes pilotos de pro bono en la universidad con estudiantes, mentores y entidades sociales, donde los jóvenes pudieron poner en práctica todo el conocimiento teórico adquirido durante sus estudios.
Además, pudimos llevar a cabo una investigación con el departamento de psicología social de la Universidad Autónoma de Madrid y desarrollar varios toolkits para promover esta práctica. Un hallazgo relevante de este estudio fue el hecho de descubrir que los estudiantes no se hallaban más motivados en hacer pro bono cuando se les reconocía con créditos ECTS y que lo que realmente les movía era su voluntad por contribuir positivamente al mundo (su “actitud pro-social”).
El valor del pro bono en el entorno universitario
Así, incluir el pro bono como una actividad central en las universidades genera un doble impacto:
- Impacto en los estudiantes: les permite experimentar cómo sus habilidades pueden marcar una diferencia tangible en las entidades sociales a las que apoyan. También fomenta el desarrollo de competencias como el liderazgo, el trabajo en equipo y la empatía.
- Impacto en la sociedad: pequeñas entidades sociales que de otro modo no podrían acceder a ciertos servicios profesionales, como asesoría en comunicación, diseño de productos o consultoría estratégica, se benefician directamente del conocimiento y el entusiasmo de los estudiantes.
Social Builders y The HOME Project
Del proyecto BEESE han nacido otras dos iniciativas:
- Social Builders, que desde 2020 ha impulsado proyectos de consultoría para casi veinte entidades sociales y ha contado con la participación de más de 100 estudiantes. Actualmente, Social Builders se ha convertido en un curso de corta duración sobre consultoría social en la Universidad Autónoma de Madrid y la entidad social Amar Dragoste ha sido la primera beneficiaria.
- “The HOME Project” (financiado por el programa Erasmus + de la UE) y que cuenta con un consorcio formado por ocho partners de seis países, entre ellos, cuatro entidades intermediarias pro bono y cuatro universidades. Este proyecto se ha diseñado para fomentar el compromiso cívico en el ámbito universitario utilizando no solamente el pro bono, sino cualquier otro tipo de iniciativa de compromiso social.
¿Qué es The HOME y por qué es innovador?
The HOME (The House of Social Engagement and More) pretende crear “Casas de compromiso cívico” en cada una de las universidades de Europa, de manera que se puedan agrupar todas las acciones actuales de compromiso social universitario en una “casa”. Cuando hablamos de estas prácticas nos referimos a todas aquellas iniciativas enmarcadas en la metodología de aprendizaje-servicio, de clínicas jurídicas, el pro bono, por supuesto, el voluntariado internacional, o las science-shops, entre otras que pretendemos identificar. Unir esfuerzos no solamente hará mejorar los recursos destinados a estas actividades, sino que impulsará su práctica y se reforzará.
Uno de los elementos innovadores con los que cuenta HOME es la incorporación de los “Inner Development Goals”: un marco de trabajo que promueve el desarrollo de habilidades necesarias para la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Teniendo en cuenta esto, junto con otros hallazgos en estudios recientes que hemos llevado a cabo (entre ellos, el análisis del comportamiento de la GenZ con el tercer sector, a través del proyecto ThinkXSocial y de Voluntare), hemos querido poner a los estudiantes en el centro, para que sean ellos los que diseñen las propias iniciativas sociales en las que participarán.
Pero todo esto acaba de empezar y nos queda mucho camino por recorrer en los tres años que tenemos por delante.
¿Te sumas al movimiento?
Proyectos como The HOME demuestran que el cambio social no es una utopía, sino una realidad posible cuando academia, sociedad y juventud trabajan juntas.
No dudes en ponerte en contacto con nosotros para tomar un café y charlar en torno a esta iniciativa.